Desde tiempos inmemoriales,
cuando la historia no era más que un impreciso
esbozo narrado por los victoriosos, hemos existido los Bardos:
narradores, cronistas y poetas; artistas, juglares y trovadores;
tejedores de sueños que recogían mitos y leyendas,
de las canciones ancestrales, de los evanescentes sortilegios,
del arrullo del tempestuoso mar o del canto de las ninfas del bosque,
para transmitirlos durante generaciones entre aquellos
que nos quisieran escuchar, sumidos en un embrujado deleite.

Y es ahora, en esta Era donde la magia se diluye
junto con la esperanza de las gentes,
cuando nuestro pulso ha de redactar con renovada pasión
y nuestra voz resonar más allá de los sueños
.

Toma asiento y escucha con atención.

Siempre habrá un cuento que narrar.

lunes, 1 de julio de 2019

Sigue corriendo

No hay vaso medio vacío que aunque no lo pretendas acabes de llenar a rebosar

No hay ni sueño ni espejismo, que sólo con un guiño, no conviertas en absoluta realidad

No hay lamento ni suspiro, que cerca de tu brillo, no se silencia en el momento...

No hay ni muro de cemento, ni manto tan oscuro, que te tape, te detenga te haga ir más lento.


Y te veo corriendo, y es que no entiendo, la suerte que tengo, de ver que nunca pararás,
sabiéndote eterno, no pisas el freno, y sigues corriendo, qué importa que venga detrás,
porque nada te alcanza, derribas los muros, con solo un soplido, creas un nuevo vendaval,
eres como un rayo, que deja a su paso sueños encontrados, mentiras reales para creer en magia real...

… corriendo en una estela de magia real...

Y aunque caerás, veo como te vuelves a levantar...

Tú sigue corriendo... ¡Sigue corriendo!

Y aunque nos dejarás atrás, el mundo está a tus pies...

Tú sigue corriendo... ¡Sigue corriendo!


No hay monstruo escondido,   grito ni susurro, ni miedo encarnado, ni trampas que no esquivarás,
No hay cruda tristeza que detenga tu risa, sólo una sonrisa, sé que todo ira más que bien,
No hay derrotas que tapen todas las victorias que brotan y botan mientras tu juegas a jugar,
Jugando en una estela de magia real.


Corre como el viento, inmune a todo desaliento...

¡Tú sigue corriendo! ¡Sigue corriendo!

Juega en movimiento, juega, mientras sueñas con jugar, mientras...

¡Sigues corriendo! ¡Sigues corriendo!

Y aunque caerás, veo como siempre te levantarás...

¡Sigue corriendo! ¡Sigue corriendo!

Y aunque nos dejarás atrás, el mundo se rinde ante ti...

¡Sigue corriendo! ¡Sigue corriendo!

lunes, 22 de abril de 2019

Espiral

 ¿Sabes? Anoche soñé que soñaba,

por eso cuando desperté no fue suficiente para despertar,

seguía soñando a, por lo menos, 20 sueños por segundo.

"Sólo basta con abrir un poco los ojos", me dirían los despiertos,

"Si me decís eso, es que seguís durmiendo", les respondería yo.

Nunca antes había tenido los ojos tan abiertos para mirar,

nunca antes había estado tan arriba sin sentir vértigo,

nunca antes había pensado que caer era sinónimo de volar,

porque he estado cayendo hacia espacios infinitos de la mente,

sin saber que una mirada me conectaba con todas las cosas del cosmos,

y en ese insondable lugar, que en otro tiempo fuera incertidumbre,

resuena una vibración profunda en un caos que no deja de girar.

- ¿Eres tú? - Preguntó mi voz ingrávida emergiendo desesperada desde algún lugar del garabato.

- Eres tú. - Me respondí a través de tus ojos. 

Y ya no fue necesario saber. Sólo sentir. 

Sentir. 

SENTIR EN ESPIRAL.