Desde tiempos inmemoriales,
cuando la historia no era más que un impreciso
esbozo narrado por los victoriosos, hemos existido los Bardos:
narradores, cronistas y poetas; artistas, juglares y trovadores;
tejedores de sueños que recogían mitos y leyendas,
de las canciones ancestrales, de los evanescentes sortilegios,
del arrullo del tempestuoso mar o del canto de las ninfas del bosque,
para transmitirlos durante generaciones entre aquellos
que nos quisieran escuchar, sumidos en un embrujado deleite.

Y es ahora, en esta Era donde la magia se diluye
junto con la esperanza de las gentes,
cuando nuestro pulso ha de redactar con renovada pasión
y nuestra voz resonar más allá de los sueños
.

Toma asiento y escucha con atención.

Siempre habrá un cuento que narrar.

martes, 30 de octubre de 2012

La Leyenda de Jack

Hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo de Irlanda, vivía un viejo granjero al que todos llamaban Jack 'El Tacaño'. Era una persona ruin, mentirosa y borracha, de carácter violento y cruel naturaleza. No concedía favor alguno, y siempre que podía, fastidiaba al vecino que se proponía. Incluso a su propia familia, cuya convivencia con él era peor que una pesadilla. Se sabía que había cometido muchos crímenes, incluso asesinatos, pero nunca habían logrado detenerle, pues también era muy astuto. En definitiva, alguien despreciable y despreciado, con un alma tan oscura como su hosca mirada. 

 Por esta razón, por esta maldad que había en su ser, llamó la atención en los infiernos, y el mismísimo Lucifer quiso saber más de él. Y así fue como una noche, en la víspera de la fiesta de Samhain, que anunciaba el fin del verano y el nuevo año, se apareció en el pueblo un enigmático individuo, que buscó a Jack y le invitó a beber y charlar en la taberna durante interminables horas. Cuando comprobó la naturaleza de éste, el misterioso sujeto reveló su verdadera identidad: era el demonio y reclamaba el alma inmortal de Jack. Sin embargo, éste le planteó un desafío para evitar su condenación: 

- Si eres quien dices ser, seguro que puedes pagar la deuda por todo lo que hemos bebido. ¡Conviértete en una moneda, si es que tienes ese poder!. 


 El demonio no lo dudó un instante y se transformó en una reluciente moneda que Jack, inmediatamente, guardó en un bolsillo junto con un crucifijo de plata para que no pudiera escapar. No liberó al demonio hasta que le prometió que no volvería a por su alma durante un año entero. Pasó ese año, y el demonio regresó en la fecha señalada a llevarse la pérfida alma del granjero. Pero, de nuevo, Jack, volvió a urdir una treta: 


- Antes de que me lleves contigo, me gustaría poder saborear por última vez una manzana. Yo estoy viejo y no puedo subir al árbol, supongo que tú tampoco podrás, pues es tan alto que ni tan siquiera el diablo podría treparlo... 

 El demonio trepó al árbol para demostrarle que podía hacer cualquier cosa, y cuando llegó a lo más alto, Jack talló en el mismo manzano una cruz, que volvió a capturar a Lucifer. Para poder bajar, tuvo que concederle otro deseo: que le volviera a dejar en paz, pero esta vez durante diez años más.

 Pero algo ocurrió. Antes de que se cumpliera la década, el anciano Jack murió. Cuando se encontraba en las Puertas del Cielo, San Pedro le negó la entrada por todos los crímenes que cometió en vida. Por lo que no tuvo más remedio que descender hasta el Infierno, donde tampoco podía ser admitido, pues había obligado al diablo a que no se llevara su alma. Fue entonces cuando intentó una última argucia: 

 - Desde que he muerto tengo frío, mucho frío. Tanto frío que estoy convencido que ni el mismísimo demonio podría hacerme entrar en calor... 


 Y cuando creía que el diablo le devolvería a la vida para recuperar la calidez perdida, en lugar de eso, le introdujo a Jack por la boca un carbón ardiendo, que jamás se apagaría, iluminando de esta forma su cabeza, que era tan redonda como una calabaza, como si fuera un farol. De esta manera Jack 'El Tacaño' se convirtió en Jack 'La Linterna', y su condena fue, es y será vagar entre Cielo y el Infierno toda la eternidad, iluminando con su luz el camino del resto de difuntos en 'La Víspera de Todos los Santos', también conocida en inglés como All Hallows' Eve...  



... HALLOWEEN