Desde tiempos inmemoriales,
cuando la historia no era más que un impreciso
esbozo narrado por los victoriosos, hemos existido los Bardos:
narradores, cronistas y poetas; artistas, juglares y trovadores;
tejedores de sueños que recogían mitos y leyendas,
de las canciones ancestrales, de los evanescentes sortilegios,
del arrullo del tempestuoso mar o del canto de las ninfas del bosque,
para transmitirlos durante generaciones entre aquellos
que nos quisieran escuchar, sumidos en un embrujado deleite.

Y es ahora, en esta Era donde la magia se diluye
junto con la esperanza de las gentes,
cuando nuestro pulso ha de redactar con renovada pasión
y nuestra voz resonar más allá de los sueños
.

Toma asiento y escucha con atención.

Siempre habrá un cuento que narrar.

jueves, 26 de enero de 2012

Luz


Ella sale a la calle, cansada, aburrida, presa de la monotonía, ignorando la luz que desprende a borbotones, la magia que crea a cada paso que da. Ignorando que el mundo se detiene con cada uno de sus movimientos, ignorando cada una de las cosas que la hacen única y especial.

Y todo transcurre como siempre, previsible, la rueda gira una y otra vez, los días se atropellan con desidia, nada cambia...


... excepto para quien la contemple. Quien tenga ese privilegio, que se agarre a él, con toda fuerza imaginable. Porque es difícil subsistir en un mundo vacío, y más difícil captar gente que lo llena de verdad, que sin ser consciente, con un guiño, con un simple e involuntario movimiento, da sentido al sinsentido.


Porque ella, en el día más triste, más oscuro, más cansado, más aburrido, más monótono... sale a la calle...


... e ilumina el mundo.

1 comentario:

María dijo...

Axel, hace tiempo que no vengo a vuestro blog, espero ponerme al día poco a poco porque es uno de mis favoritos y es que estuve algo ausente estas semanas atrás.

Ella es la luz de los días,
es la mirada encendida,
es la fuerza del sentido,
la huída de la libertad.

Un beso.