A principios del siglo XX, en plena época de exploración y aventuras, se descubrió una isla misteriosa en medio del océano, y rápidamente se extendieron los rumores sobre las riquezas que se podían encontrar allí. Muchos exploradores quisieron encontrar ese lugar. Entre ellos, tú. Por desgracia, había un volcán situado en el centro de la isla y ha entrado en erupción. La isla se hunde. Todo se hunde. Ha llegado el momento de escapar...
Y tú, aquí estas,
remando a la contra,
mientras aquello en lo que creíste se hunde
quemando tus fuerzas para huir de esa isla a la deriva,
y yo, allí estoy,
perdido a favor del viento,
en una isla desierta olvidada por el mundo,
y cuando digo desierta quiero decir:
"sin ti todavía pero contigo".
- ¿Cuántas noches durará más este naufragio?
le preguntas en grito a la oscuridad.
- ¿A cuántos despertares estoy de ti?
le pregunto a mis ojeras clandestinas.
Quizá tú no esperabas navegar,
quizá yo no esperaba este insomnio,
Es muy sencillo que todo se quiebre
cuando el mundo parece de cristal.
Y ahora que todo empieza a arder,
quedan piratas llenando galeras de oro,
a costa de la fuerza de la potestad ajena
que vio como sus sueños se hundían a plomo.
Pero "hasta aquí" nos diremos, joder,
mientras todo se reduce a cenizas alrededor,
ya no dejaremos que la codicia de otros
tenga que ser nuestra única opción.
¿Llegarán a salvo a la isla donde volver a empezar?
Quién sabe.
La cuestión es no perder esta oportunidad.
A jugar.
(Nota de Bardo: Sí, ya sabes lo que hay en la caja. Pero ábrela, por si acaso, no vaya a ser que nos hayan hecho "el paso")
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