8- WE’VE GOT
TONIGHT
Bob Seger
Stranger in
town (1978)
“Tenemos esta noche, cariño, ¿quién necesita
mañana? Tenemos esta noche. ¿Por qué no te quedas?”
Sus fantasías
se fueron volviendo diferentes, más complejas, no mejores, sencillamente
diferentes. Respondían al lógico proceso de la pubertad, estaba poco a poco
dejando de ser un niño. Cada día que pasaba todo era más complicado, y apenas
comprendía porque esa chica con la que había hablado una vez y media durante
toda su vida iba ganando protagonismo en sus sueños.
Ahora eran
como en las películas de esas que echaban por la tele y que había aprendido a
odiar.
Pero aún
así, esperaba fervientemente el momento en el que se durmiera. Porque la noche
sería de los dos.
9- LADY
WRITER
Dire Straits
Communiqué (1979)
“Tan sólo con la manera que su pelo cae
sobre su cara, soy consciente de mi caída desde la cordura, a otro tiempo, a
otro lugar.”
No pasaron
los dos años que ella vaticinó. Apenas tres o cuatro meses después de su última
conversación, fue él quién se acercó a ella. Era la primera persona a la que se
acercaba en la vida probablemente.
- ¿Qué es
eso que escribes?
Ella estaba
escribiendo en un cuaderno, parecido al que tenía él.
- ¿Y eso te
importa por?
- Porque me
gusta escribir. Porque me gusta leer. Siempre te veo escribiendo. Tengo
curiosidad.
Ella rió.
- Eso
significa que hay algo más aparte de lo que sea que vive en tu cabecita. Que te
interesa el mundo real.
- No del
todo. Pero tú sí.- ni siquiera comprendió cómo dijo eso ni por qué.
- ¿Te
intereso? ¿Te resulto interesante?
- No… no
quería decir eso.
- ¿Ah no?
Pues te vas a quedar sin saberlo.
Cerró el
cuaderno, y se marchó.
Lejos de
hacerle desistir, sin darse cuenta esa conversación la introdujo más en sus
pensamientos. Sería la escritora de sus sueños.
10- HEAVEN
Bryan Adams
So far so
good (1983)
“He estado esperando mucho tiempo algo que
saque todo el amor que llevo dentro, y ahora mis sueños se hacen realidad.”
Sólo tenían
catorce años. No comprendían lo que era el amor. De hecho, nadie lo comprendía
a esa edad. Y menos él, porque durante toda su vida nunca había pensado en
ello. Es normal, lo que le rodeaba tampoco le habría inspirado la necesidad de
saber lo que era el amor y lo que implicaba.
Apenas
recordaba a su madre, un recuerdo tan difuso y lejano que no llegaba a
distinguirse entre tantos otros que revoloteaban por su mente.
Murió cuando
él apenas tenía tres años. Su padre se consumió, pero se encargó de criarle.
Criarle para él fue proporcionarle ropa y comida. Era suficiente pero no lo
era. Nunca cruzaron una conversación de más de tres palabras por frase.
Encerrado en esa casa durante años, y más encerrado aún en sus sueños, el amor
no fue nunca importante, y nunca comprendió lo que las tontas canciones de amor
querían decir ni a qué se referían ni porqué eran tan apasionadas.
Un día, todo
cambió. Un día escuchó una tonta canción de amor en la radio, y quiso atravesar
el cielo abrazado junto a su escritora. Seguía sin comprender lo que era el
amor, no en vano, muchísima gente no llegaban a comprenderlo durante toda su
vida. Pero por lo menos, se acercó a darse cuenta de por qué todo el mundo le
daba tanta importancia.