Desde tiempos inmemoriales,
cuando la historia no era más que un impreciso
esbozo narrado por los victoriosos, hemos existido los Bardos:
narradores, cronistas y poetas; artistas, juglares y trovadores;
tejedores de sueños que recogían mitos y leyendas,
de las canciones ancestrales, de los evanescentes sortilegios,
del arrullo del tempestuoso mar o del canto de las ninfas del bosque,
para transmitirlos durante generaciones entre aquellos
que nos quisieran escuchar, sumidos en un embrujado deleite.

Y es ahora, en esta Era donde la magia se diluye
junto con la esperanza de las gentes,
cuando nuestro pulso ha de redactar con renovada pasión
y nuestra voz resonar más allá de los sueños
.

Toma asiento y escucha con atención.

Siempre habrá un cuento que narrar.

lunes, 5 de julio de 2010

Espejismo

¿Quién es el Woo? Vamos a intentar darle sentido a una pregunta que carece de el, sobre todo si quien se lo pregunta es el mismo al que se supone llaman Woo. Porque llega un momento en el cual, sin ningún precedente previo te preguntas... ¿Quién soy yo? aunque quizá lo que quieres preguntarte es ¿Cómo es la persona que yo creo que soy desde el punto de vista de otra persona? Es decir, ¿se corresponde el cómo me ven, con el cómo me veo yo o realmente pienso y actúo de una forma y realmente no tiene nada que ver con lo que parezco? Y es por eso que surge mi duda ¿Quién es el Woo?


Por este motivo, me hace pensar en cuál es y cómo de distorsionada está mi visión de la verdadera realidad. Es cierto que cada persona tenemos un punto de vista propio, con una serie de opiniones preestablecidas, unos valores y una estructura distinta del pensamiento. Así que voy a afirmar, aun a riesgo de equivocarme, y sé que no me equivoco; que existen tantas formas de pensar y verdades como personas en este mundo. Yo tengo mi verdad y creo mi mundo a mi voluntad propia, pero jamás seré poseedor de nada absoluto, por lo tanto, podemos llegar a una conclusión; y es que todo es relativo y que somos víctimas y creadores del artificio en el cual vivimos.

Y os preguntareis, ¿esto a que viene? Pues muy sencillo, si nada existe y todo vale, si no podemos afirmar nada absoluto y toda verdad es válida, entonces yo, tú, y cada uno de ellos es capaz de reinventarse, pues estará por siempre sujeto al cambio. Cada una de las personas que conocemos puede ser otra persona, pero a la vez seguirá siendo siempre ella misma; yo soy el Woo, pero no hay un solo Woo, hay cientos de ellos, y cada uno distinto al anterior, pero al fin y al cabo representando siempre algo en común.

Ahora bien, antes hemos hablado de las opiniones preestablecidas y la estructura del pensamiento, y ahí es donde radica la esencia de la verdad, la normalidad y la visión del “absoluto relativo”, pues algo será más real cuanto mayor sea la coincidencia entre los distintos puntos de vista. Y esto último es a lo que actualmente llamamos sociedad, por lo tanto, y como ultima conclusión del día; no somos más que entes sociales, y careceríamos de una identidad si fuéramos extraídos de la sociedad.

“Liberadme de los grilletes de la sociedad y entonces seré realmente yo”